Entre todos los de mi grupo cojimos los grandes rollos de plástico y nos dispusimos a jugar. Los profesores nos dijeron que los colocasemos en cualquier sitio del ambiente en el que nos encontrábamos, siempre sin molestar. Los atamos con cuerdas a los árboles y a las rejas, los enredamos entre ellos, los extendimos en el lugar... Fue un experimento divertido y con interesante resultado pues habíamos conseguido configurar un nuevo espacio generado por las relaciones envolventes entre plásticos y entre plástico y ambiente. Todo ello junto a la acción del viento y la luz sobre el ambiente creado le daba un carácter ligero y dinámico que invitaba a la inmersión.
A continuación tuvimos que plasmar esa sensación de envolvencia y movimiento en el papel. Teníamos que captar la esencia del ambiente que habíamos conseguido. Lo hicimos con pintura acrílica y con técnicas varias como brochas atadas al extremo de un palo, escobas...
Al principio nuestra actitud ante la creación de la instalación fue confusa pero luego a medida que íbamos ideando como hacer la composición nos liberamos y surgió un resultado sorprendente. Conseguimos un efecto envolvente que no imaginamos conseguir al principio de la clase.
ResponderEliminarEn cuanto al dibujo del resultado en el papel fue con pintura acrílica y mi error es que ante la reflexión sobre el dinamismo y envolvencia que transmitía la instalación incluí demasiados detalles. Esto me hizo perderme en una complejidad innecesaria.